El asueto del 23 y el 30 no regirá para la AFIP
Desde la Administración Federal de Ingresos Públicos informaron que durante dichas jornadas, trabajarán en forma normal con atención al público.

Este miércoles, desde la Agencia Federal de Ingresos Públicos (AFIP) informaron que sus oficinas en todo el país, permanecerán abiertas durante el 23 y el 30 de diciembre, a pesar de que el resto de la administración pública nacional gozará de asueto durante esos días, por las fiestas de fin de año.
Así lo dispuso el Gobierno, a través del Decreto 830/2022, publicado este miércoles en el Boletín Oficial, con las firmas del presidente Alberto Fernández, del jefe de Gabinete, Juan Manzur, y del ministro de Economía, Sergio Massa.
"Dispónese que el asueto otorgado para los días 23 y 30 de diciembre de 2022 en virtud del Decreto N° 820 del 10 de diciembre de 2022 no alcanzará al personal de la AFIP", según el texto oficial.
El Poder Ejecutivo señaló que, atento a que las festividades de la Navidad y Año Nuevo "constituyen, tradicionalmente, un motivo de reunión para todas las familias que habitan en nuestro territorio, se estimó procedente mediante el Decreto N° 820/22 otorgar asueto al personal de la Administración Pública Nacional para el 23 y 30 de diciembre del corriente año, con el fin de posibilitar el acercamiento de quienes, por diversas causas, se domicilian lejos de sus seres queridos".
Ahora, aclaró que "atento la proximidad del cierre del año fiscal, resulta conveniente disponer que el asueto no alcance al personal de la AFIP".
AFIP REALIZÓ DENUNCIAS POR EXPLOTACIÓN LABORAL
La Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), a través de la Dirección General de Recursos de la Seguridad Social (DGRSS), realizó durante el mes pasado, una serie de procedimientos en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Chaco, con indicios de explotación laboral.
El organismo relevó un total de 235 trabajadores en nueve firmas distintas, dedicadas a diferentes rubros, como el cultivo de papa, producción de leche, cría de animales, desmonte y producción de carbón.
Como resultado de las irregularidades detectadas en los operativos, se presentaron tres denuncias penales en la Justicia federal.
En la localidad bonaerense de Dolores, la AFIP encontró a un grupo de empleados en la producción de papa que vivían en trailers precarios sin sanitarios ni gas, y tenían a su cargo tanto el costo de las garrafas como el hielo que debían utilizar para refrigerar alimentos.
Los trabajadores desconocían hasta el momento de la cosecha el monto que cobrarían por su salario, sus jornadas laborales duraban 15 horas diarias y tenían impedido salir del campo. Además, los víveres debían adquirirlos a precios abusivos a un familiar del dueño.
En tanto, en Bahía Blanca, el organismo constató en un predio un grupo de 10 empleados que eran obligados a dormir hacinados en un micro escolar, al que le habían retirado los asientos para poner en su lugar camas precarias. No tenían sanitarios ni ducha y debían higienizarse en una lona con un pallet, ubicado en las inmediaciones del colectivo. Habían sido contratados junto a otros 16 trabajadores que también vivían en dos vehículos "acondicionados" para tal fin, para la construcción y tareas varias. Declararon cobrar entre $3.500 y $9.000 por día, pero al momento de la inspección, aún no habían percibido ninguna suma.
Por su parte, en Chaco se relevó un establecimiento en donde se producía carbón vegetal sin elementos de seguridad alguno. Los empleados trabajaban de lunes a sábados y durante ese lapso vivían en campamentos precarios, sin electricidad ni mecanismos para aislar el calor o evitar el ingreso de insectos.
Debían bañarse mediante baldes con agua y durante la noche debían prender fuego para poder iluminar el predio. Las jornadas laborales eran extensas y cobraban por ellas $40.000 por mes. Sin embargo, el dueño descontaba los días de lluvia y $10.000 por semana, en concepto de los víveres que les llevaban al campamento al momento de abonarles el sueldo.
Por otro lado, en Santa Fe, la AFIP denunció al contribuyente dueño de un campo en donde, en una construcción precaria, vivía una familia de tres personas que se encargaba de alimentar animales y cuidar el predio.
La situación sería compatible con la trata de personas con fines de explotación laboral y/o reducción a la servidumbre. Uno de los empleados tiene 16 años, declaró trabajar allí desde los 11 y cobrar $10.000 por mes, mientras que su padre percibe entre $30.000 y $40.000 y la madre directamente no percibe ninguna remuneración. No pueden salir del predio sin autorización del patrón, que no siempre se las concede. Tampoco tienen agua para consumo humano.
Tras estos operativos realizados durante noviembre, la AFIP presentó tres denuncias penales en la justicia federal.